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El imponente y hermoso legado incaico de Machu Picchu. |
Pensé que sentiría también algo de lo que el célebre poeta chileno, luego de visionar la imponente construcción incaica al empezar mi primera visita a Machu Picchu: sentirme partícipe de su construcción; según lo cuenta el chileno universal en sus memorias Confieso que he vivido, donde menciona además que en ese viaje nació su poema "Alturas de Machu Picchu" sobre la mayor herencia arquitectónica incaica.
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Imagen de una aparente intrascendente montaña al iniciar la visita. |
Ignoro en qué momento llegó Neruda a dicha imaginaria pero añorada conclusión, seguramente al final; yo, tras mi primera visión de las ruinas solo segundos y metros después de traspasar la puerta de entrada al santuario, pensé que quizá había exagerando un poco la humanidad la trascendencia de Machu Picchu, de forma algo atrevida y evidentemente errónea pues, conforme me adentraba a esta herencia peruana catalogada justificadamente una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, descendiéndola físicamente y conociéndola merced a las explicaciones del guía, dicha percepción rectificó.
El secreto de Machu Picchu
Porque basta solo con saber que las hoy roídas piedras fueron laboriosamente trabajadas antes de colocarse como eslabones de las construcciones que en su conjunto constituye una de las mayores atracciones turísticas contemporáneas; que existe un sistema de drenaje de los andenes o espacios de las inmensas montañas preparadas para la agricultura, que bien podrían todavía utilizarse porque -entre otras cosas- siguen sin inundarse con las lluvias gracias al ingenioso método de drenaje construido.
Que el sistema de traída de agua desde las montañas circundantes sigue tan efectivo hoy como hace más de 500 años, al igual que los caminos que se conservan como en los días que lo pisoteaban los hombres y mujeres grandes y pequeños que crecían, educaban y vivían en la pequeña ciudad de Machu Picchu. En momentos en los que el gran Imperio Inca se extendía hasta territorios de la actual Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile o Argentina; de la mano de las hazañas conquistadoras de sus líderes sobre la base de esencialmente tres normas: no seas haragán, mentiroso ni ladrón.
El otro legado de Machu Picchu y los incas
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Piedras hábilmente trabajadas previamente. |