Una investigación llevada a cabo hace poco con electrochoques en la Universidad de Oxford, que demuestra que los creyentes resisten más el dolor que los no creyentes o ateos, confirme acaso una nueva tendencia que desde el lado de la ciencia intenta confirmar la existencia de Dios, ante la creciente predisposición a no hacerlo. Al estar, tal vez, básicamente basado dicho credo en cuestiones un tanto abstractas.
Se suele argumentar, en efecto, que el sólo hecho de basar la creencia cristiana en lo que teológicamente se conoce como fe (es decir, en algo abstracto, no demostrable con facilidad) es motivo más que suficiente para no creer en Dios, en Jehová, Yahvé, etc. Ignorándose que hasta el momento es precisamente ello, el origen de todo lo que respecto a ello se profesa; algo además avalado con la famosa frase evangélica que tilda de dichosos a los que “creen sin haber visto”.
La majestuosidad de lo natural
Creo, sin embargo, que existe algo material o tangible que puede también contribuir a lograrlo: el apreciar las maravillas animal, vegetal y mineral que nos circunda, esplendidez natural conocida como ecosistema.
Lo cual puede hasta darnos más ganas de amar a quienes nos rodean, merced a la dicha que suele dar el apreciar con paciencia y normal admiración la majestuosidad de todo lo natural que existe y, así, ser más conscientes de la importancia de conservar lo único que nos permitirá, además, seguir siendo lo que fuimos somos y seguiremos siendo: Seres Humanos.
Argumentos de los no creyentes
Otro de los motivos que los laicos emplean para alejar de la fe a muchos creyentes, es que quienes dirigen y/o pertenecen a tal o cual Iglesia no presentan a sus ojos las conductas que consideran deberían cultivar y demostrar. Relegando el hecho de que todos somos seres humanos y, por tanto, susceptibles de equivocarnos. Que la única diferencia es la forma de vida, la vocación o fe que en determinado momento de nuestras vidas elegimos.
Vida digna de personas al margen de la religión
Lo que por otro lado motiva destacar la vida digna que al margen de la vida religiosa, han llevado innumerables hombres y mujeres a lo largo del mundo y de la historia.
Lo cual empieza a ser reconocido por iglesias como la católica en España, que viene considerando la beatificación y posterior santificación de por ejemplo el médico Pedro Herrero, en virtud a su ejemplar existencia personal y profesional al servicio de los demás; en lo cual, precisamente, parece consistir la idea de la existencia humana y a lo que por tanto, tarde o temprano y de una u otra forma nos redirigiremos.
Pedro Herrero Rubio (Cortesía: Diócesis de Alicante). |
Lo cual empieza a ser reconocido por iglesias como la católica en España, que viene considerando la beatificación y posterior santificación de por ejemplo el médico Pedro Herrero, en virtud a su ejemplar existencia personal y profesional al servicio de los demás; en lo cual, precisamente, parece consistir la idea de la existencia humana y a lo que por tanto, tarde o temprano y de una u otra forma nos redirigiremos.
Matemática y religión
Finalmente, si con argumentos científicos espera o necesita el mundo acercarse a la fe, téngase en cuenta la expresión matemática según la cual es más fácil llegar de un punto a otro si el camino a seguir es la línea recta, sin desviaciones o atajos que demorarían y hasta evitarían llegar al punto destino. ¿Puede ello relacionarse a la vida de los seres humanos? Yo creo que sí.