Flores arrancadas en calles de Alicante. |
Antes que los oriundos de países
en vías de desarrollo emigremos por uno u otro motivo a los llamados del primer
mundo, imaginamos que las cosas en éstos últimos son mejores en la mayor parte
de los sentidos. Pero que mal la forma en que nos hacen concebir desde la
escuela y nuestro entorno en general, la situación o la forma de vida en tales países imperante.
El hombre es el mismo en cualquier lugar
Se nos enseña que no existe en las calles de Tokio, Nueva York, Paris, Fráncfort, etc., basura ni
mendigos haciendo de las suyas, que los carros coches y demás vehículos
motorizados además de los peatones, respetan las reglas de tráfico o tránsito,
que en las entidades públicas te atienden con un respeto que escasea en las de
ciudades como Lima, México o Buenos Aires, que todo se rige con una puntualidad
comparable a la “hora inglesa”, o que los
políticos de oposición sólo hacen críticas constructivas al
gobierno que no integran y reconocen sus logros y aciertos con hidalguía.
Pero hoy residiendo en Alicante, una de las ciudades más importantes de España, un país considerado desde hace algunos años del primer mundo, rica o desarrollada,
compruebo -con las excepciones del caso- que los hombres son similares en China o la Patagonia, en Munich o Saigón, en Iquitos o
Liverpool.
La protesta de mi padre que hoy
valoro más
Hasta hoy recuerdo las protestas
que toda mi familia soportaba a mi padre cuando gritaba bandoleros,
antisociales, etc., a jóvenes y no tan jóvenes que arrancaban vegetales recién
sembrados en la plaza o parque que quedaba al frente de mi casa, como forma
-creo yo- de desfogar la rabia que sentía al ver, así, deshacerse las obras e ilusiones de las
autoridades que ordenaban dichos sembríos y de quienes que como él deseaban sus
plazas, parques, calles y avenidas adornadas con bellas flores y plantas.
Como ahora yo residiendo en
Alicante, al ver hasta la mitad de las bellas flores rojas colocadas por las
autoridades locales con motivo de la Navidad, en la parte baja de las palmeras
que bordean la Avda. de Alfonso X El Sabio y algunas más, arrancadas y casi
destrozadas alrededor de las mismas.
La importancia de la educación
ciudadana
Lo cual ha hecho que vuelva a
sorprenderme por la antipatía que casi la mitad de españoles representados en o
por el Partido Popular, siente o sigue manifestando por el curso de Educación para la Ciudadanía. Como si las escuelas no
pudieran suplir las deficiencias educativas que puedan presentar algunos
hogares o familias.
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