miércoles, 3 de abril de 2019

La informalidad sigue siendo un problema en el Perú

Hernando De Soto, economista fundador del Instituto Libertad y Democracia (ILD), publicó a finales de los ochenta El Otro Sendero con Enrique Ghersi y Mario Ghibellini, poniendo sobre el tapete la amenaza de la informalidad para la economía, el desarrollo y la seguridad en el Perú, en tiempos en que la intimidación terrorista de Sendero Luminoso y el MRTA era latente.


Hernando De Soto
(Imagen de WTTC Americas Summit).


Tras ello colaboró con Alberto Fujimori en los primeros intentos por destrabar los trámites de diversas instituciones gubernamentales peruanas. Como consecuencia de lo cual, pretendió sin éxito ser candidato presidencial unos años después y alcanzó fama mundial el año 2000 tras publicar un libro que amplificó a escala global el alcance del anterior: El Misterio del Capitalpor el que podría incluso ganar el Nobel de Economía los próximos años.

La vigencia de 'El Otro Sendero' treinta años después


Pese al tiempo transcurrido la informalidad es incluso peor que durante los años en que en el Perú y América Latina, como consecuencia de los aportes de De Soto y demás, se popularizó el deseo político de atacar sus causas al quedar demostrado que ralentizaba los mecanismos hacia el desarrollo al afectar la creación de empresas, incidir de forma negativa en la seguridad de las personas y en el de las instituciones y contribuir, también, al lavado de activos.

Las cifras y consecuencias del empleo informal en el Perú


Formalizar descongestiona calles
e incrementa presión 
tributaria 
(Imagen de travelphotographer en Pixabay).
Según diversas fuentes el trabajo informal o sumergido es mayor que el formal en una proporción de 70/30, afectando la seguridad presente y futura de los trabajadores peruanos que no pueden acceder a los servicios de salud al no pagar las aportaciones correspondientes y no tienen siquiera asegurada una pensión mínima porque casi el 50% no está afiliado a sistema pensionario alguno.

Otros datos señalan que el crecimiento de este tipo de empleo precario se acentuó en 2018 con respecto a las cifras de creación de empleo formal o legal, contrarrestando la breve tendencia alentadora que al respecto se registró entre los años 2016 y 2017.

La riqueza detrás de la informalidad


No es menos importante el hecho de que no se refleja en los indicadores económicos oficiales la dimensión económica de la ilegalidad por no existir registros de su existencia en los organismos gubernamentales al operar clandestinamente y sin control. En el Misterio del Capital, principalmente, De Soto nos revela, no obstante, el millonario impacto de la informalidad que no figura en los reportes oficiales.

Con cifras que van desde lo destinado a la creación y financiación de empresas informales hasta las usadas para el pago de los sueldos "escondidos" de los subempleados, pasando por el desconocimiento de las características y valorización de las viviendas construidas informalmente, lo que dificulta su inscripción y registro en las municipalidades y otros entes estatales.

Dejar la marginalidad mejora el PBI


Todo lo cual, sin embargo, da a la vez luces del impacto positivo que tendría en el Producto Bruto Interno (PBI) del Perú, que todas esas actividades informales dejen poco a poco la marginalidad en la que malviven y podamos en consecuencia conocer la real incidencia de la producción, el empleo, la construcción y otros sectores como la minería y el transporte afectados también por la ilegalidad, en el crecimiento y la economía del país.

Mayor recaudación tributaria corrigiendo la informalidad

Combatir informalidad mejora la calidad
seguridad 
de las viviendas 
(Imagen de Stark8 en Pixabay).

Al tiempo que se incrementa la recaudación de tributos legalizando la proporción de subempleo pues ello incidiría de forma positiva en el pago del Impuesto a la Renta de Cuarta y Quinta categoría de los nuevos trabajadores formales, en los ingresos por aportaciones sanitarias a Essalud y en las aportaciones a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y la Oficina de Normalización Previsional (ONP).

La formalización beneficia a las municipalidades 


Hasta las municipalidades de todo el país se verían beneficiadas con el incremento de sus ingresos gracias a la inscripción de nuevas y/o saneadas viviendas por las que se tendría que cumplir con el correspondiente pago del Impuesto Predial, el Impuesto de Alcabala y los Arbitrios Municipales.

Más presión tributaria revirtiendo la informalidad


Con lo que, al final, la baja presión tributaria con respecto al PBI se iría revirtiendo, la misma que al año 2018 rondó el 14,50% en el Perú. Para lo que sin embargo habrá a la vez que trabajar otras cuestiones clave como la competitividad y la productividad laboral, en eficaces y realizables incentivos laborales y tributarios a la formalización de empleos y empresas, entre otros mecanismos para dejar el lado oscuro de la economía y los negocios en aras de la legalidad que debe caracterizar toda estructura empresarial moderna y en desarrollo.

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Tributación y desarrollo en el Perú