viernes, 23 de agosto de 2019

Vizcarra y la política peruana: Jugando con fuego

Martín Vizcarra Cornejo
(Foto de Cancillería).

La tolerancia, la solidaridad, el respeto y la predisposición a colocar al país por encima de cualquier ideología política o creencia religiosa son algunos de los valores que me inculcaron desde pequeño y por lo que seguramente apoyé a Alan García durante los primeros años de su nefasto primer gobierno e hice lo propio con Alberto Fujimori y Alejandro Toledo al estar consecuentemente convencido de que su éxito sería el mío, de mi familia y de todo el Perú.



El crecer y madurar me demostró, sin embargo, que a todos no nos educan de la misma forma; que muchos incluso de "adultos" pueden y/o desean seguir apoyando a líderes políticos tras nefastas y corruptas gestiones de gobierno y, al mismo tiempo, criticar a sus oponentes políticos que ahora gobiernan pese a estar haciendo loables esfuerzos por resolver las crisis existentes algunas de las cuales azuzadas o causadas por ellos mismos.

La sociedad y la política peruana deben mejorar

Mientras no cambiemos dicha realidad, seguiremos inmersos en eternos o fallidos procesos de desarrollo no obstante disponer de inmensas posibilidades de lograrlo trabajando concertadamente y a la largo plazo en torno al sector turismo, al agrícola y forestal, al pesquero o minero, tan vapuleado éste último los últimos años. Una situación, dicho sea de paso, muy similar a la que viví en España mientras residía hace algunos años ahí.

¿Por qué apoyo a Martín Vizcarra?

Dicha formación en el hogar me permite apoyar actualmente a Martín Vizarra Cornejo como presidente del Perú, convencido de que las consecuencias de sus decisiones y de las acciones que emprenda, de no ser las más acertadas o terminar satisfactoriamente, las sufriremos todos los peruanos. Y que ello sea finalmente así, depende en gran medida de la oposición política atrincherada hoy en el Parlamento.

Discrepancias políticas datan del 28 de julio de 2016

Recordemos. La actual crisis política empezó a acentuarse tras pronunciar el novel presidente su primer discurso y proponer un referéndum que, entre otras cosas, impediría a los congresistas postular posteriormente a la reelección; un privilegio que, ya entonces, ni el presidente ni ninguna otra autoridad poseía en el Perú.

Aunque siendo más precisos hay que remontarse un poco más para encontrar el inicio de dicho enfrentamiento entre el Congreso de mayoría fujimorista, y el Poder Ejecutivo: el 28 de julio de 2016, luego de jurar al cargo el ex presidente Pedro Pablo Kuczynski tras ganar ajustadamente las elecciones presidenciales de 2016 a Keiko Fujimori.

Los nuevos audios de la discordia y Tía María

La difusión de las conversaciones entre el presidente Martín Vizcarra y las autoridades de Arequipa en torno a la crisis social suscitada por la aprobación de la licencia de construcción de la mina Tía María, es simplemente otro capítulo de este lance político entre la mayoría fujimorista del Parlamento secundada por el pequeño grupo congresal del APRA, y el gobierno presidido por Vizcarra Cornejo.

Pues solo los seguidores y correligionarios políticos de conveniencia de Fuerza Popular y el Apra, pueden creer que el presidente Vizcarra cree firmemente algunas de las cosas que se ha tratado de vender como afirmaciones literalmente suyas, tras haber sido premeditadamente editadas con evidente mala intención. Teniendo en cuenta el trabajo y sobretodo los logros que obtuvo en Moquegua como máxima autoridad regional trabajando de la mano del sector minero.

De Gobernador a Vicepresidente por méritos propios

No fue casual ni un mero deseo de completar los nombres de los candidatos de Peruanos por el Kambio con el de un provinciano, como sarcásticamente y un ápice de discriminación centralista contó hace poco Carlos Bruce, que Martín Vizcarra fue convocado para integrar la plancha presidencial de dicho partido.

PPK tenía la convicción de ganar la última campaña presidencial que las circunstancias y su edad lo permitían, por lo que lo convocó tras su exitosa gestión como gobernador regional de Moquegua, no a otro ex presidente o gobernador regional; algunos de los cuales con mandato de reclusión (César Álvarez de Ancash, Jorge Acurio y Edwin Licona del Cuzco, o Alex Kuori y Félix Moreno del Callao), y otros a la espera de juicios penales inexplicablemente retrasados por evidentes signos de negligencia y corrupción (Yván Vásquez en Loreto, entre otros).

Ejemplos para Arequipa, Cajamarca y otras regiones

Siendo más específicos hay que decir que tras liderar el "moqueguazo" contra la empresa minera Southern Perú, Martín Vizcarra logró que en Lima fuera modificada la ley con la finalidad de que su región reciba el mismo porcentaje de canon que su vecina Tacna. 

Y como presidente regional entre 2011 y 2014 hizo de Moquegua "La nueva estrella regional" en el Índice de Competitividad Regional, al reducir la pobreza en 41% como consecuencia del importante incremento de los ingresos, parte importante de ellos provenientes del sector minero. O conseguir igualmente importantes logros educativos y posicionar a su región solo detrás de Lima en el Índice de Desarrollo Humano (IDH).

Pedro Pablo Kuckynski con sus vicepresidentes el día 
de su renuncia (Imagen Presidencia Perú).

Martín Vizcarra: una notable excepción a la regla

Cualquier candidato presidencial en pleno uso de sus facultades quisiera a alguien con esos pergaminos como acompañante en la titánica tarea de gobernar un país. A Pedro Pablo Kuczynski se le podrá criticar muchas cosas, pero no que no haya sabido escoger a exitosos colaboradores para su gestión. 

Y otra muestra de ello fue el nombramiento de Carlos Neuhaus como presidente del comité organizador de Lima2019, quien a pesar del poco tiempo disponible y la oposición política de la mayoría parlamentaria, logró dentro los plazos establecidos y a un menor presupuesto, tener todo listo a fin de que dicho evento sea considerado el mejor de la historia de los Panamericanos.

Mesura antes que terca oposición política

Ojalá que el sentido común se imponga en el quehacer parlamentario y la política en general, para que las normas que la sociedad y la economía requieren para desarrollarse y crecer sean debatidas y aprobadas; y se finiquiten también las cuestiones políticas pendientes y planteadas por el Sr. Vizcarra durante sus dos discursos presidenciales, la mayor parte de ellas motivadas por un permisivo comportamiento contra la corrupción de la mayoría fujiaprista que sigue controlando el Congreso.

Algo que la ciudadanía, que felizmente cada vez está más informada y mejor preparada y dispuesta a ser protagonista en los asuntos públicos, ha captado muy bien y apoya por ello un adelanto electoral en una proporción cada vez mayor, conforme se refleja en la simpatía que profesan al Presidente en la calle y en los diversos actos públicos en los que participa.

Promoviendo el desarrollo y desterrando utopías políticas peligrosas

Así, finalmente, no alteramos el orden constitucional ni alarmamos a los inversionistas; parte importante de los cuales está a la espera de la resolución de los conflictos sociales en torno a importantes proyectos mineros de los que depende en una buena proporción el futuro del Perú. 

Y además, no damos cabida a algún oportunista político que querrá aprovechar este "río revuelto" en aras de algún beneficio personal; uno de los cuales es el principal responsable de que Cajamarca sea hoy una de las regiones más pobres del país pese a su potencial minero, mientras que otro -desde prisión por asesinar presuntamente a policías- está aprovechando cualquier situación en aras de sus nada ocultas aspiraciones políticas.

Cuidado con huestes de Chávez en el Perú

Mientras que otros menos radicales pero no por ello menos peligrosos que los esbozados, pero que igualmente idolatran y apoyan todavía a Hugo Chávez y a su sucesor Nicolás Maduro, habrán estado últimamente muy felices de ver a tanto radical oponerse en el sur a importantes inversiones mineras, pues querrán contar con sus votos en las elecciones generales que se adelantarían.

Una población que lamentablemente no entiende aún que las inversiones mineras pueden perfectamente conjugarse con la agricultura y otras actividades sin afectar al medio ambiente, en base a un compromiso firme y un control pertinente.

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