miércoles, 26 de diciembre de 2007

A 21 años que egresó Promoción 1986 del Colegio San Agustín de Iquitos



Colegio San Agustín de Iquitos.
Veintiún años han pasado desde que más de un centenar de alumnos nos preparábamos para egresar del colegio San Agustín de Iquitos en Perú. Un grupo en el que me encontraba y que decidió rendir homenaje especial a su santo mentor, nombrándolo en la denominación de su promoción al conmemorarse un centenario más de su conversión.

Muchas cosas han pasado desde entonces, muchos nos hemos casado, otros se han divorciado, otros volvieron a casarse e incluso algunos han fallecido. Y si bien algunos hemos regresado a Iquitos luego de terminar los estudios superiores, otros volvimos a salir por uno u otro motivo, razón por la que actualmente estamos lejos de la que es también la principal ciudad de la Amazonía peruana.

Cierta melancolía por vivencias irrepetibles


Imagino, sin embargo, que muchos como yo recordaremos especialmente estas fechas pues, casi sin darnos cuenta, se están cumpliendo un año y dos décadas que dejamos de compartir experiencias y adquirir conocimientos en un recinto escolar y en una época que será irrepetible en nuestras vidas.

La educación de los Agustinos en la selva peruana


En unas aulas en las que no se oirán más las voces de los padres Silvino Treceño Ríos, Maurilio Bernardo Paniagua o Laureano Andrés Fresno, personajes que de una u otra manera han dejado huellas en muchas generaciones de loretanos entre los que es posible hasta incluir a muchos de nuestros padres.

Cómo no recordar también a profesores como doña Margarita Tapullima, a don Juan Manuel Días Flores (papá de mi ex compañero de aula Leif E. Díaz A.), a don Severo Linares Prado, a don Víctor M. Velásquez Cárdenas, entre muchos otros, muchos de los cuales tenían una manera peculiar y a mi modo de ver idónea de impartir clases.

Alan García en mis recuerdos de finales de 1986


Recuerdo, por otra parte, haber escrito un artículo en la revista institucional que nuestra promoción publicó titulada “El Perú a un año del cambio”, en el que hacía un breve comentario del poco más de un año de gobierno del entonces y actual presidente Alan García. Entre otras cosas decía que a pesar de las buenas cosas que hasta entonces estaban ocurriendo, era prematuro hacer una evaluación objetiva.

Los hechos posteriores me dieron la razón, por lo que ahora espero hacerlo nuevamente el último año de su actual gestión y, ahora sí, con comentarios alentadores.

Agustín de Hipona y su verdadero legado


Creo finalmente oportuno terminar esgrimiendo que sería apropiado recordar y homenajear a nuestro santo mentor, San Agustín, no sólo en campeonatos de fútbol que suelen organizarse durante las celebraciones por el aniversario del colegio cada 28 de agosto o después de las fiestas de Navidad, sino también en jornadas, coloquios, charlas, etc. que permitan conocer y analizar los pormenores de su conversión, o el mensaje que dejó impregnado en libros como Confesiones o La ciudad de Dios.

Sobre todo ahora, época en la que parece escasear formación ética y moral; y más aún teniendo en cuenta que es por eso que recordamos y conocemos a Agustín de Hipona, no por sus vivencias previas que muchos pareciera que queremos también imitar.

Artículo publicado inicialmente en la Revista Riomar de Iquitos el año 2006.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

La incipiente industria de la madera en el Perú

Madera y muebles en España

España no cuenta con la cantidad y diversidad de recursos forestales madereros del Perú, pero ocupa uno de los primeros lugares en el mundo en exportación de manufacturas terminadas en madera. Sólo la Comunidad Valenciana ocupó hasta octubre de 1999, el primer lugar entre todas las autonomías españolas en exportación de muebles, por un valor aproximado de $320.000.000,00; y el país en su conjunto exportó $460.000.000,00 en productos de madera, excluyendo muebles (revista Madera y Mueble en Formación, CONFEMADERA y FEOEIM, N.° 11, Madrid, 2000).

Potencialidad de los bosques en el Perú

Según la SUNAD, el Perú el año 1999 exportó $71.354.450,75 en productos madereros (revista Perú Forestal, Tropical Forest, N.° 1, Lima, 2000), no obstante su octava posición entre todos los países con mayores reservas forestales tropicales y su segundo lugar en el ámbito continental después de Brasil. Mientras que Ecuador ocupa el segundo puesto en América como productor de madera aserrada tropical, sólo después de Brasil (Anual Review and Assessment of the World Timber Situation 1999 – ITTO).

Cómo incentivar el comercio de la madera en Perú

Considerando datos de 1999, tenemos que España ocupó el cuarto lugar a nivel mundial como importador de madera aserrada tropical. Siendo el país con muchas más afinidades culturales con Latinoamérica que el resto de países que conforman dicho ranking (Italia en Europa, Tailandia, China y Japón en Asia), con el Perú podrían fomentarse estrechas relaciones económicas y comerciales, de materia prima por la parte peruana y de tecnología y experiencia para la industrialización y generación de valor agregado, por la de España.

Sentido en el cual existe por ejemplo el acuerdo firmado a mediados del presente año, por el Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX) y el Gobierno Argentino a través del Ministerio de Economía y Obras Públicas de la Provincia del Chaco, para la colaboración en la promoción de la industrialización de la madera y su comercialización. Los cuales pueden contribuir eficazmente al desarrollo de regiones con gran potencial de recursos forestales madereros, pero con incipiente industria.

El Estado y el sector privado deben incentivar desarrollo del sector forestal

El Estado, por su parte, como ente regulador de todas las actividades sociales, debe dictar políticas orientadas al fomento y desarrollo de sectores económicos y productivos potenciales. Aunque con la dación de la Ley N.° 27308, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, más que fomentarlo a suscitado intensa polémica y debate entre los sectores involucrados.

Por lo demás, una mayor voluntad del sector privado, necesariamente ligada al deseo de una eficaz conservación del recurso, hará que la industria maderera peruana sea cada vez más un medio que contribuya al desarrollo sostenido y sostenible de la región de selva en particular y del país en general.

Artículo publicado inicialmente en la revista "Bosques Amazónicos" de Iquitos en diciembre del 2000.