España campeona del Mundial 2010 de Sudáfrica. Celebración y consecuencias

Vuvuzelas españolas.

El triunfo de la selección de España en el Mundial de Sudáfrica 2010, luego de ser considerada como favorita, habiendo ganado al excelente equipo alemán y desplegar un formidable trabajo en equipo, trajo entusiasmo y alegría a un país envuelto en paradojas políticas que en determinado momento llegaron incluso a suponer un peligro a su institucionalidad, en medio de los avatares que le suponen padecer una de las peores crisis de su historia.

Crisis económica y Mundial de Fútbol 2010

Aunque no en el grado de Grecia o Islandia, no olvidemos que España es uno de los países del mundo en donde más gravemente se están padeciendo las consecuencias de la actual crisis mundial, especialmente en el ámbito del paro o el desempleo que parece que empezará recién a menguar en un par de años.

En tal contexto, el triunfo español en el primer torneo de la FIFA organizado en el continente africano ha significado un gran bálsamo; de modo algo parecido, acaso, a la alegría que los millones de argentinos vivieron en 1978 cuando su selección ganó su primera Copa del Mundo, en medio de las contrariedades de una de las peores dictaduras de finales del siglo XX.

Celebración española de la primera Copa FIFA

Ha sido por tanto una grata experiencia compartir la alegría de los hispanos, desde sobretodo la victoria de su selección en contra de la de Alemania; y la euforia creció con el excelente gol de Andrés Iniesta casi finalizando el partido de la final, y fue total cuando el árbitro inglés lo dio por concluido.

Luego de lo cual la celebración se extendió a las calles, las cuales se llenaban intermitentemente de autos y motos circulando con gente que desplegaba a su vez orgullosa la bandera nacional, como de la Comunidad Autónoma a la que pertenecían; al tiempo que miles de inmigrantes no dejaron pasar la oportunidad para sentir, igualmente, una inmensa alegría por el triunfo del fútbol español.

Imágenes varias de la celebración hispana.

Algunos avispados trabajadores se permitieron incluso la licencia de pedir en directo por TV, permiso a su jefe por la falta que tendrían al trabajo al día siguiente, dadas las consecuencias de la celebración por ganar la Copa FIFA 2010.

Madrid se rindió a los Campeones del Mundo

Al día siguiente, los campeones con la Copa en las manos y el resto de la comitiva habiendo seguramente puesto a buen recaudo los demás premios del Mundial, fueron recibidos por el Rey y por el Presidente del Gobierno; y el autobús en el que se movilizaban era entretanto ovacionado por gran parte de la población de Madrid, en un día en que la ciudad parecía sólo preparada para ellos.

El autobús con los Campeones del Mundo.

Y llegaron finalmente al escenario preparado por el Ayuntamiento madrileño para la celebración final dos horas más tarde de lo previsto, hacia las 10.00 PM; dado el lento recorrido que fue necesario efectuar ante la incontrolable cantidad de aficionados que quería tener cerca a la Copa, así como a quienes habían hecho lo posible tenerla por primera vez ahí.

Alcance político del triunfo de España en el Mundial

Todo ello, trajo a la vez a la actualidad escenas que no se veían desde hacía años en España, especialmente en la capital de la Comunidad de Cataluña: Barcelona; en donde la multitudinaria protesta nacionalista que el sábado previo a la gesta futbolística hispana, motivada por una decisión del Tribunal Constitucional que los catalanes consideran contraria a sus intereses, dieron al día siguiente paso a un efusivo ambiente de celebraciones que tan sólo en la víspera era impensable.

Calle de España con aficionados al fútbol.

Miles de catalanes hondearon la bandera española como hacía décadas no lo hacían, algunos otros hacían lo propio con sus banderolas catalanas, como los mismos futbolistas catalanes al terminar el partido final del Mundial. Pero en todos fue evidente el mismo sentimiento: alegría y orgullo por haber ganado España su primera Copa del Mundo.