La drogadicción en España
España es líder en
crecimiento económico en la Unión Europea en los últimos años, lo que le ha
permitido acercarse a la calidad de vida de sus vecinos europeos, pero también
al nivel de algunos de los problemas inherentes a las sociedades de las
naciones más adelantadas, como por ejemplo la drogadicción. De hecho, junto a los Estados Unidos y el
Reino Unido, es ya el país con mayor nivel de consumo
de drogas en el mundo.
Algunas causas del
consumo de drogas
Pueden alegarse muchas
motivaciones -fundadas o injustificadas- para el consumo de estupefacientes en
la actualidad, entre ellas el más frenético ritmo de vida de las naciones
avanzadas o que, incluso, por estar en general la población mejor alimentada no
se notarán posteriormente los efectos de su consumo en demasía.
Aunque el problema, tal
vez, tenga también que ver con el hecho de que existiendo mayor dinero
disponible y habiendo satisfecho gran parte de la población sus necesidades
básicas, existe una predisposición a gastar el consecuente excedente en otras
cosas que proporcionan nuevas experiencias o, simplemente, permitan sensaciones mejores.
Los incas, las drogas y el café
Por lo que, teniendo en
cuenta los estragos inevitables de su consumo actual, cabe recordar lo que en
algunas culturas antiguas de América como los incas, ya se hacía al respecto.
En el Imperio
Incaico, cuentan los mitos, la coca enviada por el dios Inti tenía el propósito de hacer más fuertes a los hombres y ayudarles en sus necesidades básicas como calmarles la sed y quitarles el hambre.
En esa línea, se
consumían hojas de coca para mitigar el frío imperante en los Andes, para
incentivar a los que hacían a trote las veces del hoy conocido como servicio de
correo: los chasquis, y además la planta se utilizaba en diversos
rituales como sigue ocurriendo en algunas regiones y comunidades de los países
andinos. Le rodeaban, por tanto, particularidades similares al actual consumo de café.
Cómo resolver el problema
del narco
Aunque muchos países
desarrollados suelen importar sus estupefacientes de zonas productoras como los
Andes, existe de forma creciente drogas sintéticas fabricadas
en ellos mismos, sobre la base de insumos propios que son además casi siempre
legales. De ahí que sea previsible
que el problema del narcotráfico persista si sólo se deja de importar drogas, mientras no se
intenta menguar paralelamente los hábitos de su consumo en los países en los
que mayormente se consume.
Donde, por añadidura, suele culparse del asunto a
los países o regiones productoras, ignorando o no queriendo tal vez reconocer, que un producto
tendrá siempre la misma oferta o podrá incluso aumentar, mientras se mantenga su demanda o esta tienda a crecer, respectivamente.