Quejicas Globales (antiglobalización)

Me molestan un poco aquellos personajes que desde hace más de una década se convocan para protestar contra la forma en que los gobiernos de los países más poderosos y los grandes conglomerados empresariales manejan, según afirman, las riendas del poder y por tanto la forma en que el resto de los mortales nos desenvolvemos cada vez que está programada una nueva reunión del G8, del FMI o del Banco Mundial.

No se si se ignora involuntaria, interesada o hipócritamente, que muchos de los convocantes pertenecen a ONGD y realizan por tanto sus actividades gracias a los fondos que principalmente de grandes empresas privadas perciben, por lo que intuyo que hasta los viajes que dicha predisposición les impone suelen pagarse de dicho modo, con lo cual no sólo desviarían fondos que se suponen deben orientarse a acciones de ayuda al desarrollo sino también adoptarían aptitudes que de acuerdo a sus parecer son propias de los entes que reprochan (a no ser que tengan la suerte de trabajar a la vez en una gran empresa, o que Papá o los ahorros que tuvieren lo hagan).

Cuánto afán y esfuerzo es al mismo tiempo de dicho modo desperdiciado, el cual podría dedicarse al diseño de propuestas concretas y serias que se constituyan en eficaces alternativas a las formas de gobierno y gestión empresarial que tanto critican. ¿Ignoran acaso que únicamente de aquel modo sus reproches podrán ser constructivos y que de otra forma no sirven de nada?

Y no son por lo demás consientes que desde hace tiempo y de distinto modo se viene demostrando que la mejor maneja de revertir lo que nos parece malo es actuando de manera tal que se invierta la situación existente en el mismo contexto en el que se produce, no fuera de él. Por lo que quizá simplemente se trate de la manifestación madurada de una nueva forma de sindicalismo a nivel mundial, o de una nueva forma o variante de los síndromes ya existentes: el de los Quejicas Globales.